lunes, 28 de septiembre de 2009

LA REALIDAD ACTUAL DE UN SISTEMA ENFERMO. INTERESANTE ARTICULO QUE COMPARTO....


Wall Street: el G20, su Muro de la Verguenza.

En la recién cumbre se levanto un mural en el Museo de Andy Warhol, Pittsburgh, Pennsylvania.

El muro de Berlín y Wall Street tienen mucho que ver. Asi lo cree Plantu, el genial dibujante frances del periodico Le Monde. Este artista ha creado una obra, titulada Y el muro se cayó, para una exposición colectiva que pude contemplar en el museo de Andy Warhol, en Pittsburgh (Pennsylvania, EEUU),el sábado. La muestra, denominada Dibujos para la cumbre, recopila las reflexiones de 40 dibujantes de los países del G-20 -ningún español- sobre la crisis económica y sobre la tercera cumbre extraordinaria de este poderoso grupo económico, celebrada en Pittsburgh la semana pasada. Plantu compara el desmembramiento del muro de Berlín, en 1989, con la caída del muro de Wall Street, en 2009. Para el dibujante, el primer momento histórico representó el fin del imperio soviético y el segundo, la muerte de la supremacía estadounidense y su capitalismo basura de estafa piramidal, de transferencia de su déficit a los países emergentes y al 3er mundo.
La obra de Plantu sintetiza el resultado de la cumbre del G-20, que integra a las
principales potencias industriales y a las economías emergentes, además de invitados
como España. El encuentro, que reafirmó que la economía mejora pero que todavía
necesita estímulos, asumió las tesis de Barack Obama, presidente de EEUU. El
demócrata, que se estrenó como anfitrión y que superó el test de liderazgo, quiere
impulsar un nuevo orden económico, por el que el mundo dependerá menos del imperio
americano (el que da por muerto Plantu). EEUU, cuya deuda externa representa el
95,09% de su PIB (según el FMI), se comprometería a reducir sus grandes
obligaciones financieras y aumentar el ahorro. Algo impensable hasta hace muy
poco tiempo para un país licenciado en consumo. Como decía el gran Andy Warhol,
comprar es más americano que pensar. Por el contrario, los países líderes en exportación (Japón, China y Alemania), tenderán a reducir su dependencia del comercio exterior, promoviendo un mayor consumo e inversión domésticos.
Los líderes del G-20, el nuevo epicentro de la política económica internacional, creen que este nuevo modelo permitirá un crecimiento "vigoroso, sostenible y equilibrado" en el siglo XXI. En palabras de un satisfecho Obama, "se acabaron los ciclos extremos de subidas y caídas" y ahora es momento "de adoptar políticas macroeconómicas acordes con la estabilidad de precios". Los países miembros han dado prueba de fe en este nuevo paradigma y han encargado al FMI que supervise sus políticas económicas nacionales y que compruebe si éstas concuerdan con las líneas marcadas en Pittsburgh.
Los manifestantes exigieron alguna declaración sobre las emisiones de CO2
Finalizada la cumbre, llega el momento de la reflexión y de los interrogantes sin fin.
¿Servirá para algo este encuentro? ¿El nuevo orden económico con el que sueña el
comunicado final llegará a poner los pies en la tierra? ¿Se traducirá en hechos concretos?
¿Tardará demasiado tiempo en cumplirse? Son muchos los que creen que estos
encuentros internacionales, en los que cualquier acuerdo se remite a un futuro próximo, son meros actos de diplomacia, pura palabrería, sin ninguna cafeína. Además, los permanentemente insatisfechos lanzan duros reproches contra el propio G-20, un cuerpo con tantos actores y tan dispares que creen que resulta ingobernable.
Evidentemente no fue una cumbre perfecta. Obama nos contó que no pudo probar los
pancake de Pamela's Diner, un mítico bar de Pittsburgh que tuvo que cerrar durante
varias horas después de que un grupo de manifestantes rompiera sus ventanas.
Anécdotas y bromas al margen, el encuentro resultó más que satisfactorio. Aunque
siempre se pueda pedir más, ya es un lujo que los líderes mundiales empiecen a
preocuparse por lograr que el mundo sea cada vez más global, con crecimientos
equilibrados y sin reservarse el derecho de admisión: los países en desarrollo también tendrán su sitio. Aunque este nuevo orden tarde mucho en materializarse, soñar siempre es bueno y hasta ahora los dirigentes del G-20 nunca lo habían hecho en esta dirección.
Plantu deberá dibujar un nuevo muro que represente al imperio global. Espero que
cuando lo consiga, tarde mucho tiempo en caer.
Con las siguientes palabras, Carlos Marx expresa, en su obra El Capital, el destino del capitalismo: “El monopolio del capital se convierte en grillete del régimen de
producción que ha crecido con él y bajo él. La centralización de los medios
de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se
hacen incompatibles con su envoltura capitalista. Esta salta hecha añicos. Ha
sonado la hora final de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores
son expropiados.” Es parte de la naturaleza del capitalismo afrontar periódicamente crisis económicas que implican la explosión violenta de todas las contradicciones de este modo de producción, ahondando sus graves problemas y acelerando su decadencia. Mas, el carácter cíclico
que estas tienen, demuestran también que dichas contradicciones no pueden ser
resueltas en el marco del sistema capitalista, por más esfuerzos y justificaciones que los
economistas burgueses realicen para paliar sus efectos o para explicar sus orígenes.
Porque el régimen de Globalización de la miseria sólo fue eficiente en el aumento de la
pobreza y el hambre en el mundo, transfiriendo el trabajo hacia paraísos de la Explotación
y grandes beneficios a las multinacionales que encontraron en él la panacea y el Nirvana
de la Injusticia social. TIENE su ironía que cuando todavía no se han cumplido dos décadas de la caída del comunismo, algunos gurús de la economía vaticinen ahora el fin del capitalismo. Las
turbulencias financieras desatadas en Estados Unidos han herido de muerte el
crecimiento basado en el capital y se impone, aseguran los expertos, la necesidad de
generar un nuevo escenario para evitar el desmoronamiento de las entidades financieras
culpables del problema antes de que el desplome afecte a todos los bancos, cajas y
economías a escala mundial.
Todo lo que suene a derrumbe –sobre todo si involucra el pensamiento y la práctica
neoliberal–. Pero esta frase no es precisamente mía: es de miles de personas que hoy,
tras un largo período de artificial bonanza en Estados Unidos, están en el desempleo. El
final del capitalismo es la sensación que bordea a millones de personas que,
ansiosamente, miran como los mercados caen y arrastran con ellos sus expectativas.
Es, también, la frase del Premio Nóbel de Economía 2001, Joseph Stiglitz. Él dijo,
literalmente (en una entrevista con el Global Viewpoint), que “la caída de Wall Street
es para el fundamentalismo de mercado lo que la caída del Muro de Berlín
fue para el comunismo”; le dice al mundo que esta forma de organización económica
no es sustentable.
Lo que estamos viviendo no es sólo el colapso de una burbuja económica, sino una
tormenta de elementos que atentan contra la economía de los más desfavorecidos del
planeta.

Los elementos del derrumbe:

1. La primera llamada de esta crisis, fue el colapso de Enron. Aquella compañía, una de
las cinco más grandes del planeta, colapsó cuando se descubrió un agujero contable
titánico que se venía ocultando por largo tiempo. La vergüenza de Enron fue una primera
probada de lo que se está viviendo ahora: cuando el Estado deja de hacer su trabajo, deja
de funcionar como ente regulador, deja que los capitalistas se dediquen a ganar dinero a
toda costa –así sea engañando– y se empieza a construir una fórmula para el desastre.
2. La segunda llamada fue la guerra en Irak. Motivada exclusivamente por razones
económicas, se construyó una gigantesca mentira política (nexos Hussein–Al Qaeda y
armas de destrucción masiva) para justificar un ejercicio cuyo único objetivo era
apropiarse de las reservas petroleras de un país y, de paso, darle multimillonarios
contratos a las empresas del vicepresidente para enriquecer a sus amigos. Ahí comenzó
la drena de recursos públicos
3. La tercera llamada fueron los recortes a los impuestos de los más ricos. Bajo esa
ridícula premisa derechista de que si a los ricos les cobras menos harán el bien, el
gobierno gringo dejó de recibir miles y miles de millones de dólares por recaudación fiscal
–mientras que las clases medias seguían pagando cada vez más–. La complacencia del
gobierno de Bush con la élite económica (a la cual llamó “su base”) fue creando el
ambiente de “abuso validado” que hoy está desmoronando a la economía global
4. La cuarta llamada, el truene hipotecario. Ahí sí que todos sintieron el dolor: la
increíble irresponsabilidad de las agencias hipotecarias, la especulación, la falta de
claridad contable, la estafa y la ausencia de regulación obligaron a un mega rescate, para
que los grandes inversionistas no perdieran el dinero que, por irresponsables, habían
perdido.
5. La quinta fue la crisis por las alzas de precios de las materias primas. El alto precio
del petróleo es lo más evidente, pero lo que más ha pegado a la sociedad es el alza en
los precios de los alimentos. Todo el mundo pudo observar como, día con día, los precios
del arroz, maíz, trigo y otros alimentos fundamentales escalaban. La principal razón –que
no la única– fue la especulación con los mercados futuros de alimentos. Los más pobres
pagaron.
6. Llega la muerte del cuarto banco más importante de Estados Unidos, y con ello todo
el sistema financiero tiembla. Bajan las bolsas del mundo, cunde el pánico. Entran
rescates multimillonarios estilo Fobaproa, cuyo único fin es salvar el dinero de los
adinerados a costa de los contribuyentes que, en EE.UU, no son los adinerados. Pero
todavía no acabamos.
7. La razón, la verdadera y profunda razón, es una: la impunidad. La absoluta,
incontrolable y delincuencial impunidad que el gobierno estadounidense ha propagado
como “método de hacer dinero”. Stiglitz dice, en la misma entrevista, que “la agenda de
la globalización ha estado estrechamente vinculada con los fundamentalistas
del mercado; la ideología de los mercados libres y la liberalización
financiera”. También señala que la desigualdad en EE.UU está en su punto más alto
desde los 30.
No ha sido un accidente: ha sido un método. El método de los ultra-neoliberales que,
aliados con los sectores políticos conservadores, y las oligarquías criollas, han hipotecado
el futuro por ganar más y más rápido. La falta de regulación ha demostrado, otra vez, que
la mano invisible del mercado nos dará atole con el dedo cada vez que pueda.
Por eso es que ahora en su estado de desesperación, vienen los “sabios” de las finanzas
y proponen “el rescate” con dinero público de compañías financieras contaminadas
-muchas de ellas subidas durante años a la ola del beneficio bursátil- acabará
beneficiando a las personas que han caído en el pozo del paro, desahogará a los
asfixiados por las hipotecas, impedirá que más trabajadores pierdan su empleo y pondrá,
en definitiva, una sonrisa en todos y cada uno de los rostros que pueblan el planeta. La
táctica suena tan falsa como el término anglosajón que la define, trickle-down (goteo), e
incluso los promotores del rescate financiero están buscando fórmulas para evitar que los
propietarios de las firmas en crisis no puedan enriquecerse más gracias a la inyección
económica que reciben.
Y Afghanistán sigue siendo la piedra de toque a todos los invasores que pretenden ocupar
y controlar su territorio : por miles y miles de años arrojaron de su tierra a los invasores y
marcaron el derrumbe de la URSS y ahora USA.
El régimen del capital se ha colapsado por el abuso de los que lo controlaban, por lo que
en este momento histórico, empieza la agonía de manera irreversible del ya famoso
neoliberalismo, del capitalismo salvaje, DEL IMPERIO NORTEAMERICANO. Réquiem
para el moribundo.
Y como guinda del pastel, apelan a la misma Cortina de Humo de los años 70' :
Una Pandemia de Gripe Porcina que exterminará a millones de personas en
todo el mundo, tema que explotan políticamente distrayendo a los pueblos
de la situación de paro y desempleo, y económicamente con la acumulación
de cientos de miles de millones por la venta masiva de vacunas inservibles
de dudosa eficacia y antivirales de importantes efectos secundarios y
severas contraindicaciones.

viernes, 25 de septiembre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

NO ESTAS DEPRIMIDO - ESTAS DISTRAIDO

ESPERO QUE DISFRUTEN ESTE VIDEO, SI YA LO VIERON SIEMPRE ES BUENO VERLO OTRA VEZ, ESTAS PALABRAS DEL SR. FACUNDO CABRAL, SON MUY INSPIRADORAS.... NO DEJEN QUE OTRAS PERSONAS ROBEN SUS SUEÑOS...